¿Conoces a algun niño que le guste el sabor amargo? Tenemos un mecanismo de defensa que rechaza este sabor. Por cuestiones evolutivas, el cerebro lo rechaza para evitar ingerir algo potencialmente peligroso, ya que la mayoría de sustancias tóxicas y venenos son amargos.
El compuesto químico más amargo que existe es el Benzoato de Denatonio y es común añadirlo a productos de limpieza como medida disuasoria para evitar su ingesta accidental. Es inodoro, hace su función en cantidades ínfimas y no es tóxico (evidentemente, claro, aunque después de permitir cantar a Rauw Alejandro ya me espero cualquier cosa del ser humano).
Se registró con el nombre comercial de Bitrex®
Conforme nos vamos haciendo adultos y nos exponemos de forma prolongada al sabor amargo, lo vamos tolerando. Por eso es el único de los 5 sabores que se considera de “gusto adquirido”. Nos suele gustar el cafè, la cerveza... pero en realidad no es tanto por acostumbrarnos a este sabor sinó más bien porque ingerir estos alimentós nos hace sentir bien. Es como una recompensa y el cerebro es menos sensible a percibir la amargura.
Y no, el picante no es ninguno de los 5 sabores que se conocen (dulce, salado, amargo, ácido y umami)
No es un sabor porque realmente no sabe a nada. Se percibe a través de los receptores del dolor de la piel de la lengua y no por las papilas gustativas. Por eso tu cuerpo reacciona así cuando comes picante. Lo mismo pasa cuando recibes la factura del gas. ¿Has flipado este invierno, eh? ¡Ya te digo!
Pero ahora estás pensando "¿qué narices es el umami éste?" ¿a qué sí? Pues te ahorro buscarlo en el Google.
Resulta que en su momento fuimos capaces de distinguir 4 sabores: dulce, salado, amargo y ácido. Sabrás que cada uno de estos sabores se percibe en un determinado lugar de la lengua (por ejemplo, en la punta de la lengua no percibes el sabor ácido porque sus sensores están en los laterales). Pero espera, no vayas a por un limón todavía, sigue leyendo...
Pero resulta que habían alimentos que no encajaban del todo en ninguno de estos sabores y además, se dieron cuenta que permanecía de forma más prolongada y era más potente. Lo describieron como algo "sabroso" y le quisieron poner un nombre. Buscaron esta palabra en el diccionario japonés y les apareció "umami". Y así lo bautizaron.
Y hasta aquí mi clase de hoy. Ya puedes ir a chupar un limón.